ACARREADOS

Impresiones

Ismael Avendaño
Catedrático Universitario

La primera década del siglo veintiuno deja en el paladar de muchos guatemaltecos comunes y corrientes, un verdadero sabor amargo.

Ausencia de liderazgo en las diversas esferas de la vida social. Violencia indiscriminada a lo ancho y largo de las fronteras del país. Empecinamiento y capricho en las finanzas gubernamentales con pretendidas reformas fiscales impuestas por los consabidos organismos internacionales y en el marco de las negociaciones, por si hay reforma, los precios de la canasta básica se disparan, creando un colchón de seguridad a los mercantilistas de siempre y con un ministerio de economía llegando al último, asombrado enterándose del alza de los precios.

Con un oligopolio en el mercado de la electricidad que incrementa, a su sabor y antojo, el costo del fluido eléctrico, como uno más de los tantos distractores con que se agobia a la población.

La economía del país desafiando a las leyes de la física, pues aquí cuando los preciso “suben”, jamás vuelven a bajar y los argumentos se vuelven tan vánales que ya ni enojarse es bueno.

Y en el campo de los “movimientos” sociales, se pisotea la dignidad de la población acudiendo a los tradicionales métodos de dictaduras pasadas, en las cuales se acarreaba a la población en camiones. Ahora, con los tiempos que corren, el acarreo se hace en “camionetas”. Así, de esa manera, “acarreados y encapuchados” protestan por todo y para nada. Se toma como pretexto cualquier banal asunto. Se irrespeta la ley. Pero de una sociedad que no respeta la más mínima norma de cortesía ¿qué se puede esperar? Si las normas de cortesía en casa no se respetan, ¿cómo pedir al “osado” automovilista que respete las normas de transito? ¿Cómo pedirle al estudiante que respete normas académicas cuando sus “maestros” se dan el lujo de “tomar” carreteras, calles y avenidas y luego reciben la más cordial de las felicitaciones al más alto nivel? No cabe duda que ante magnas lecciones, ¿cómo el discípulo no va a superar al maestro?

Llegamos a los niveles de la educación superior sin líderes, pero con encapuchados que se dan el lujo de hacer lo que se les viene en gana, tras el poder de la capucha. Se habla de mesas de diálogo, pero como en las mesas de los bares al cabo de unas cuantas rondas de tragos, aquello se vuelve un diálogo de sordos y después, entre vomito y vomito, los patinazos son espectaculares. ¡Ah! pero sí, desde el anonimato del bar “muy machitos”, pues “lideres y candidatos” sirvieron cerveza y ron a raudales (de los romanos se decía que daban circo y pan) pues así, los imbéciles útiles con el sopor de la embriaguez son más fáciles de manipular y de acarrear.

Y como telón de fondo un paisaje de un país en el que ya, ni el paisaje es. No cabe duda somos benditamente humanos que alguna vez inventamos y teníamos valores. En las diferentes etapas históricas, los valores que derivaron en el factor moral, fueron decisivos al dar confianza al ser humano para vencer obstáculos, para dar el temple necesario para buscar la victoria.

La ausencia de valores puede provocar desequilibrio emocional e inmadurez que lleva a la prepotencia y a los radicalismos que por desgracia abundan en los tiempos que corren y hacen del conflicto social el hacer de cada día. Todo gracias a una sociedad permisiva colmada de derechos y huérfana de obligaciones. Una sociedad cuya educación está en crisis.

Por ello es importante recordar lo que en una de sus últimas conferencias Hans-Georg Gadamer afirmó: “la educación es educarse”. ¿Aprenderemos?
Cuando observamos lo que ocurre en la sociedad actual, vemos que a nivel global la humanidad está en crisis. Una crisis que pocas veces reflexionamos es producto de lo que los medios presentan cada día. Lo que cada día, las nuevas tecnologías proponen y muchos cual juguete nuevo quedan extasiados y volviendo a Gadamer, el filosofo de la Hermenéutica, él manifestaba su preocupación respecto a que dentro de poco, de continuar el auge de la tecnología, el ser humano será incapaz de escribir a mano, es decir, las futuras generaciones olvidaran escribir y consecuentemente, sus niveles de lectura serán de mayor dificultad, lo cual les dificultará orientarse por lo que en definitiva tendrán que utilizar un GPS de carácter manual incorporado a su cuerpo. Nuestras futuras generaciones tendrán poco criterio para tomar sus propias decisiones.

Esto los volverá más vulnerables a lo persuasivo de la publicidad y la propaganda, consecuentemente, más vulnerables a la labia barata de los políticos. La tarea de los universitarios, deberá volcarse a encontrar las virtudes y los defectos de las nuevas tecnologías.

Los comunicadores por su parte, tendrán como tarea más importante la de diseñar mensajes apropiados que se difundan en los medios de comunicación, con carácter magistral, para formar personas con criterio, que no vayan únicamente en pos del dios dinero y el consumismo insano y alienante. Formar personas que dignifiquen a la humanidad, capaces de mostrar su criterio. Capaces de ser forjadores de una humanidad más humana.

2 comentarios:

JPDukE dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
JPDukE dijo...

un poco de comprension y don de gente no le caeria mal con sus alumnos, ya que se expresa de una manera burda y autoritaria, practique un poco la sensibilidad y la comprension dentro de sus valores, por favor...

Publica tu Opinión

 

Blog Recomendados

Caricatura

Periodico Tiempo Diseño Web por: Nelson Dieguez Epesista Licenciatura en Ciencias de la Comunicacion