CRÍTICA DE LA RAZÓN, SELECCIÓN NATURAL: DE KANT A DARWIN

PROCEDENTES


“Es ist gut” : “está bien”.

La vida evoluciona, así como la realidad toda en su conjunto. No hay nada que permanezca estático, sin dinamismo, todo cambia. Pero dentro de ésta, millones de especies en los reinos: Plantae, Fungi, Arqueas, Bacterias, Protista y Animalia, constituyen las formas en que la vida se ha hecho patente. Manifestaciones que siguiendo caminos separados, constituyen parte de la realidad, que muchas veces sin percatarnos, nos envuelve.

La búsqueda incesante del saber nos sitúa en un lugar privilegiado dentro de la escala evolutiva. Sin embargo, desde aquel día, donde el homo sapiens se erguió sobre la faz de la tierra, nuestros actos siguen siendo los mismos. Cometemos errores y esto se refleja en lo que hacemos: explotación del hombre por el hombre, destrucción del medio ambiente, luchas fratricidas, etc.

Quizás no hemos comprendido lo que es la realidad, más aún lo que representa vivir en sociedad. El conocimiento y las herramientas que nos posibilitan hacernos con las cosas, tendrían que tener esencial importancia dentro de ese accionar.

La crítica de la razón pura, desde luego a la forma de conocer el mundo, la sustentación de La crítica de la razón práctica y el imperativo categórico y las observaciones de lo bello a lo sublime, podría ser el camino. Con Emanuel Kant, se abren esta serie de posibilidades para la humanidad.

El filósofo de Königsberg, al despertar de su sueño dogmático, pone en entre dicho el poder y alcance absoluto de la razón. Las cosas en sí no se pueden conocer, lo que conocemos es lo que nos aparece, es decir, los fenómenos. A partir de estas palabras la Teoría del Conocimiento ya no fue la misma. Ahora se habla de una forma de conocer anterior a Kant y otra, posterior a él.

Evolucionamos y lo hicimos tras un largo proceso de selección natural. Desde el Australopiteco, hasta el Pitecántropo y de éste al Homo Sapiens, la evolución ha seguido la senda donde el ensayo y el error, ha determinado lo que en la actualidad somos. No descendemos del mono, como falsamente aseguran que dijo el insigne hombre de ciencia Charles Darwin, sus fanáticos detractores.

Sencillamente tanto los seres humanos, como las demás especies de primates, ostentamos un origen común. Tenemos un mismo pasado. La vida, que surgió en los gélidos océanos primitivos de la tierra, sufrió transformaciones, que fueron de lo simple a lo complejo, de lo unicelular, a lo pluricelular. Anfibios, reptiles, aves y mamíferos y entre estos, los seres humanos, seres capaces de poseer conciencia, de oscilar entre el bien y el mal. Vertebrados, e invertebrados, monotremas, cetáceos, himenópteros, dípteros, todos parte de un origen común, la albúmina, resultado de la unión del carbono y el hidrógeno.

El origen de las especies tuvo un largo recorrido histórico, donde la selección natural determino la pervivencia de unas especies y la extinción de muchas otras. La vida no es producto de una creación divina, es a partir de largos procesos de síntesis que ésta surgió y se desarrolló hasta lograr la diversidad de manifestaciones, que en la actualidad existen. Quememos a Darwin es la expresión de los que, ocultándose en la ignorancia, pervierten la mente de aquellos que fanáticamente defienden posiciones indemostrables.

Decía Darwin: La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia. Las respuestas no están en las alturas, están al alcance de aquellos que no le tienen miedo al saber y se arriesgan a perder un mundo de fantasías por otro de realidades.

El 12 de febrero de 1804, muere Inmanuel Kant, el mismo día, sólo que cinco años más tarde, en 1809, nace Charles Darwin, dos gigantes del pensamiento humano. Buscadores de la verdad, de espíritu libre, apartados del fanatismo, de la miseria dogmática, ambos contribuyeron al esclarecimiento de lo que somos y lo que aspiramos ser en este mundo.

Somos producto de la evolución, nos queda ahora seguir evolucionando socio históricamente, a través de nuestro comportamiento en sociedad.

El conocimiento podrá ser la vía para ser realmente humanos. Con estas líneas pretendemos rendir un pequeño homenaje a tan célebres personajes de nuestra historia en el mes de su muerte y nacimiento.

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