Editorial


Pasada la expectación, los medios se olvidaron del día de la Tierra. Previo al próximo 22 de abril, los medios nos saturarán de nuevo con frases “creativas” respecto a la importancia de conservar nuestro planeta. Se argumentará que dentro de cincuenta años, la población mundial se duplicará hasta los 11,000 millones de personas. En los países “ricos” predominarán los ancianos y en contraste, en los países pobres predominará la población infantil. Se nos dirá que una quinta parte de la humanidad es la que genera el 71 % de las emisiones perjudiciales para la capa de ozono y el 68 % de los residuos industriales del mundo. Para entonces nos descubrirán que el trifluoruro de nitrógeno presente en las pantallas de plasma, poseen un efecto nocivo para la atmosfera 17,000 veces más que el dióxido de carbono.

Y en los medios aparecerán otras cosas similares que por un día nos harán preocuparnos por nuestra madre tierra. Se nos instará a reciclar, ser solidarios con la madre naturaleza, plantar árboles. En fin, nos embriagarán con múltiples consejos para respetar a la naturaleza durante el día de la Tierra. Pero ¿Y después?

Ocurre así qué al igual que las promesas de los candidatos, en cuanto está presente el proceso electoral, se promete, se dan chucherías y lo que es lamentable en nuestra casa de estudios, se busca agenciarse de votos a través de fiestas donde prevalece el licor y se llega al colmo de cosificar a la mujer, exhibiéndola cual vulgar objeto y el ambiente se contamina con mantas y pancartas donde aparecen los candidatos con su mejor sonrisa.

Por ello, es de esperarse que a partir de la toma de posesión del segundo mandato del Doctor Estuardo Gálvez, los planes y proyectos planteados durante su campaña, se hagan efectivos, ante todo, aquellos que tienen que ver con la mejora del nivel académico y las propuestas, planes y proyectos para que las Escuelas se integren de manera directa al gobierno de la Universidad por medio de una verdadera reforma universitaria, así como el apoyo que a las mismas se dé en el campo tecnológico.

Abogar por un ambiente sano, no contaminado, velar porque las autoridades cumplan sus compromisos, es parte de nuestra tarea como universitarios. Es el qué hacer constante, permanente, para lograr que nuestra Alma Mater retome de nuevo los linderos que le han dado prestigio a nivel internacional. Como ciudadanos del mundo, debemos velar porque el día de la tierra se transforme en un año constante y permanente de protección hacia la naturaleza. Es menester en consecuencia que como ciudadanos y universitarios estemos atentos para que las promesas se conviertan en hechos.

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Periodico Tiempo Diseño Web por: Nelson Dieguez Epesista Licenciatura en Ciencias de la Comunicacion